Para la sangre de un cerdo :
un pan en sopas (˜1 Kg.)
2 Kg. ½ de cebollas
2 Kg. de arroz a medio cocer
1 sartén mediana de chicharrillas (grasa que se quita de las tripas antes de lavarlas)
1 majada de ajos (˜ un mortero lleno)
un puñadillo de orégano
4 cucharadas de pimentón choricero
sal (a discreción, probar)
comino, clavillo, canela (˜ 2 papeletas de cada)
pimienta si se quiere

Ingredientes para el calducho:

1 majada de ajos (˜ un mortero lleno)
un puñadillo de orégano
4 cucharadas de pimentón choricero
sal (a discreción, probar)
comino, clavillo, canela (˜ 2 papeletas de cada)
se puede añadir pimienta

• Que caiga la sangre del cerdo encima de las sopas mientras se le mata (dar vueltas, que no se cuaje)
• Se añade la cebolla erogada, el arroz, etc
• Se da una vuelta y se echa en las tripas (limpias)
• Se pinchan y se echan con el agua a punto de cocer con un poco de sal

El calducho

• Con el agua de cocer las morcillas, dejar un poquito del mondingue (todo lo que se ha hecho con arroz, especias...) y se echan los diferentes ingredientes
• Si se quiere hacer sopa de pan con el calducho, se requema con chicharrillas. Luego se añade agua a discreción

El calducho lo tomaba yo cuando se hacía la matanza, una vez al año en diciembre o enero. Por decir todo, ni siquiera recuerdo a qué sabía , creo que me gustaba, pero ya no estoy segura. Es un caldo que se hace al tiempo de preparar las morcillas, con el agua de cocerlas. Lo que sí recuerdo  es que era  para mí un plato de fiesta porque ese día se llenaba la casa de gente para ayudar a matar al marrano, estaba el matarife del pueblo, el señor Juliancín, y una larga recua de familiares o vecinos que venían a ayudar a  los hombres de la casa en el corral y a las mujeres que afanaban en la cocina con mi madre y mis hermanas. Los pequeños, hacíamos los recados,  pero sobre todo andábamos pintoneando de un lado para otro ; cuando acababa el espectáculo en el corral con el marrano, después de preparar las morcillas, se preparaba el calducho, que se ponía de  primer plato ese día para todos los que se hallaban en la casa ayudando,  y siempre se hacía  de más para convidar a los familiares y los pobres del pueblo. Recuerdo cuando lo llevábamos en un puchero por las casas.

He conseguido la receta y las fotos de la matanza este verano de mi cuñada, quien organizó  una matanza tradicional con sus hermanos, hijas y nietos hace dos años. Claro que fue mas que nada una excusa para reunirse, comer y pasarlo bien juntos.

Espero no chocar a nadie con las imágenes de la matanza, no es mi intención.

Virgilia Vinit, Lancey (38)